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Consejos semanales

Mi cuerpo está haciendo algo que nunca había hecho antes. ¿Cómo sé qué es normal y qué no lo es?

Uno de los consejos más comunes es que escuches a tu cuerpo. Aunque no es un mal consejo, tiene la carencia de que tu cuerpo está haciendo algo que nunca antes habías experimentado. Aunque no hay reglas rígidas y rápidas, esperamos que este artículo te dé algunas buenas ideas sobre qué cambios puedes esperar experimentar al hacer ejercicio durante el embarazo, así como qué cosas no son normales y pueden justificar una llamada a tu médico.

Puedes notar una disminución de tu capacidad para realizar actividades que antes podías hacer. Las cosas pueden parecerte más difíciles que antes, sobre todo las actividades extenuantes. Sentir un poco más de falta de aire está bien. Es normal. Tu cuerpo también está haciendo crecer a un ser humano y está trabajando muy duro. Date un poco de margen a la hora de elegir tu intensidad.

Puede que notes que tienes más calor durante el entrenamiento. El embarazo eleva la temperatura corporal, así que es normal. Asegúrate de llevar ropa holgada, evita hacer ejercicio con calor o humedad excesivos y ¡mantente hidratada!

Puede que notes que tu equilibrio está alterado. Esto es normal. Con el aumento de peso y el cambio del «centro» de tu cuerpo, puedes notar que te cuesta más mantener el equilibrio o realizar actividades que dependen mucho de él. Por este motivo, permítete agarrarte a algo durante este tipo de actividades, o plantéate dejar de hacerlas hasta después de la llegada del bebé.

Puedes notar que tu corazón late más deprisa. Esto puede o no ser físicamente perceptible, pero si llevas un aparato que mide la frecuencia cardiaca, puedes notarlo. Es algo completamente normal durante el embarazo y volverá a la normalidad después de que nazca el bebé. Dicho esto, si alguna vez notas dolor o molestias en el pecho, no es normal y debe evaluarlo tu médico.

Algunas cosas que NO son normales durante el ejercicio y deben evaluarse inmediatamente.

  1. Si notas alguna hemorragia vaginal o pérdida de líquido durante o después del ejercicio.
  2. Si tienes dolor en el abdomen, el pecho o las pantorrillas.
  3. Si te mareas, te falta el aire o te duele la cabeza.
  4. Si notas contracciones dolorosas regulares.

Actividad física y ejercicio durante el embarazo y el puerperio: Opinión del Comité del ACOG, Número 804. Obstetricia y Ginecología. 2020;135(4):e178-e188.

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