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Artículo sobre el embarazo

La importancia de los electrolitos durante el embarazo

Aunque el verano está llegando a su fin, ¡parece que las temperaturas han sido más calurosas que nunca! Mantener una hidratación adecuada es sumamente importante durante el embarazo, sobre todo en estos meses más cálidos. Sin embargo, no es tan sencillo como beber agua sin más. El embarazo hace que cambien muchas cosas en el cuerpo de la madre, y un aumento significativo del volumen sanguíneo es sólo uno de los cambios. Esto significa que las necesidades de electrolitos aumentan drásticamente durante el embarazo para mantener todo el líquido extra en el equilibrio celular correcto. Los principales electrolitos que contribuyen a una hidratación adecuada son: sodio, potasio y magnesio.

Sodio

El sodio es un micronutriente importante que el organismo necesita en pequeñas cantidades para realizar muchos procesos. Es importante para mantener el equilibrio de líquidos en las células del cuerpo, ayuda a mantener el equilibrio ácido-base y es vital para tener una función muscular normal. Además, el sodio es necesario para contribuir al buen funcionamiento del sistema nervioso, así como para mantener la tensión arterial. Durante el embarazo, el sodio es responsable de la expansión del volumen plasmático fuera de las células. Sin embargo, equilibrar el sodio con el potasio es la clave de una hidratación saludable. Demasiado sodio y poco potasio pueden causar problemas de salud tanto a la madre como al bebé.

Potasio

El potasio es otro mineral importante que trabaja mano a mano con el sodio. Mientras que el sodio está más concentrado en el exterior de la célula, el potasio está ocupado trabajando en el interior de la célula. Ayuda a los músculos a contraerse y envía impulsos nerviosos. Una cantidad insuficiente de potasio puede provocar calambres musculares, sobre todo en las piernas. Como ya se ha dicho, es importante mantener el equilibrio correcto de sodio y potasio en el organismo. Unos niveles elevados de sodio fuera de la célula, combinados con muy poco potasio dentro de ella, pueden causar varios problemas, como un aumento de la tensión arterial. Esto puede tener consecuencias negativas tanto para la madre como para el bebé. Para aumentar la ingesta de potasio durante el embarazo, consume frutas y verduras, ya que suelen ser ricas en potasio. Una vitamina prenatal de alta calidad también contendrá una proporción adecuada de sodio y potasio que contribuirá a aumentar tus necesidades de electrolitos.

Magnesio

La mayoría de las personas tienen carencias de este importante mineral, y las mujeres embarazadas no son una excepción. Se ha demostrado que los niveles sanguíneos de magnesio disminuyen significativamente durante el embarazo, por lo que es importante añadir este micronutriente a tu dieta. Los estudios han demostrado que los niveles bajos de magnesio se han asociado a un mayor riesgo de preeclampsia, parto prematuro y calambres en las piernas. Los investigadores también han hallado una correlación entre un nivel demasiado bajo de magnesio y la hipertensión inducida por el embarazo. Comparativamente, los estudios también han descubierto que los suplementos de magnesio reducen en gran medida la aparición de hipertensión inducida por el embarazo, así como la tasa de partos prematuros. Estos estudios son la prueba de que los resultados negativos de consumir demasiado poco magnesio pueden evitarse comiendo alimentos ricos en magnesio, así como incorporando a la dieta una vitamina prenatal de alta calidad.

Mi cóctel hidratante favorito

½ taza de zumo de naranja ecológico (excelente fuente de potasio)

½ taza de agua de coco ecológico (excelente fuente de magnesio)

2 pizcas de sal marina ecológica (excelente fuente de sodio)

Sara French, ACSM CPT, NASM CNC

Fuentes

https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/HYPERTENSIONAHA.119.12924#:~:text=14,adverse%20effects%20on%20fetoplacental%20development.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8229801/#:~:text=3.6.,with%20other%20conditions%20as%20well

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