El cáncer de mama asociado al embarazo (CMPE) es el tipo de cáncer más frecuente durante el embarazo. El PABC se define como el cáncer de mama que se produce durante el embarazo, hasta un año después del parto o durante la lactancia. Aproximadamente 1 de cada 3000 mujeres embarazadas se verá afectada por esta enfermedad, con una incidencia mayor hasta 6 meses después del parto. Esta enfermedad puede ser bastante agresiva, si no se detecta y trata precozmente. Por tanto, no se puede expresar lo suficiente la importancia de los exámenes y controles rutinarios de las mamas.
Autoexámenes mamarios
¿Cómo? El autoexamen de mamas, o AEM, es un examen visual y físico de tus mamas y axilas para detectar cambios significativos de tamaño, forma, textura, bultos, aspecto o secreción. Utilizado además de los exámenes clínicos anuales de salud mamaria, el autoexamen mamario es una forma rápida y económica de ayudar a detectar un posible cáncer de mama.
¿Cuándo? Durante el embarazo, se recomienda que las mujeres se realicen un EEB el mismo día de cada mes; la recomendación más habitual es realizarlo eldía 1 de cada mes para simplificar las cosas. Después del embarazo, te conviene realizar la EEB entre 5 y 10 días después del inicio de la menstruación, ya que es menos probable que los pechos estén hinchados o sensibles en ese momento. Si estás amamantando, realiza la EEB el primer día de cada mes, después de vaciar los pechos.
¿Cómo?
Inspección visual: De pie frente a un espejo, comprueba visualmente ambos pechos para ver si tienen algún aspecto inusual. Comprueba si hay algún cambio en la forma, el tamaño o el contorno de los pechos, algún cambio en la textura, como descamación o fruncimiento de la piel, y si sale alguna secreción de los pezones.
Inspección física:
1. De pie: Mientras levantas ligeramente un brazo, utiliza las yemas de los dedos de la otra mano para inspeccionar físicamente el pecho y la axila opuestos con firmeza y meticulosidad. Deberás mover las yemas de los dedos siguiendo un patrón repetido (es decir, pequeños círculos o en líneas rectas hacia arriba y hacia abajo a lo largo de la zona), asegurándote de solapar las zonas del tamaño aproximado de una moneda de diez centavos. Asegúrate de aplicar presiones ligeras, medias y fuertes en cada zona para evaluar los distintos tejidos de los senos y la zona circundante. Realiza las mismas acciones para evaluar el pecho opuesto.
2. Tumbado: Realiza los mismos pasos del punto nº 1 tumbada boca arriba. Puedes levantar completamente el brazo por encima de la cabeza, ya que los tejidos que rodean el pecho estarán menos tensos en esta posición.
**De estos métodos enumerados, la bibliografía actual sugiere que realizar la EEB tumbada es el más preferido, ya que coloca el tejido mamario en una posición más plana, lo que facilita la detección de cualquier bulto.
Otros métodos de exploración mamaria
Si se detectara un bulto, hay pruebas que pueden realizarse para evaluar los cambios en las mamas. Una de estas pruebas es la ecografía, que suele ser la primera que se utiliza, ya que no emplea radiación para obtener imágenes del tejido mamario durante el embarazo. La biopsia mamaria es otra prueba utilizada, en la que se extrae un pequeño trozo del tejido mamario de cualquier zona preocupante. Cada uno de estos métodos es mínimamente invasivo y conlleva poco o ningún riesgo para el feto, por lo que se utilizan con mayor frecuencia para descartar el cáncer.
Las mamografías también pueden detectar la mayoría de los cánceres de mama en las mujeres embarazadas. Sin embargo, corren el riesgo de utilizar radiación. Dicho esto, la cantidad de radiación necesaria para esta prueba es bastante pequeña y se concentra principalmente en las mamas. No obstante, pueden tomarse medidas para reducir la probabilidad de exponer al feto a la radiación, como el uso de un escudo sobre el vientre de la madre.
Cuándo acudir a un médico de atención primaria
Ponte en contacto con tu médico si experimentas cambios en las mamas que puedan incluir:
- Un bulto o masa duros
- Hinchazón, enrojecimiento y/o calor
- Fruncimiento de la piel, irritación, descamación o erupción del pezón o del tejido mamario
- Secreción del pezón que no es leche materna
- Retracción o retracción del pezón o pezones
- Cambios anormales de tamaño o forma
Aunque es habitual que se produzcan cambios en el tejido mamario a lo largo del embarazo y en el periodo posparto, es importante recordar que tú conoces tu cuerpo mejor que nadie. Si ves o notas algún cambio que te preocupe, defiéndete y haz que te lo examinen. En este caso, ¡más vale prevenir que curar!