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Consejos semanales

¿Qué es un Kegel?

El kegel es un ejercicio importante que debes realizar tanto durante el embarazo como después del parto. Esta contracción del suelo pélvico puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, sostener los órganos pélvicos (útero, intestino y vejiga) y ayudar a reducir la posibilidad de trastornos del suelo pélvico, como la incontinencia y el prolapso de órganos pélvicos. Sin embargo, 1 de cada 2 mujeres no sabe realizar correctamente un kegel aunque se le den instrucciones verbales. Por eso es muy importante acudir a un fisioterapeuta especializado en salud pélvica, ya que evaluará tu capacidad para activar estos músculos y te proporcionará un entrenamiento individualizado para ayudarte a optimizar tu rendimiento muscular y eliminar/prevenir los síntomas.

El kegel es un ejercicio doble de contracción y relajación; ambos son igualmente importantes. Para hacer un kegel, deberás contraer y elevar el suelo pélvico, intentar mantenimientos más largos de 5-10 segundos y más cortos de 1-2 segundos, y luego relajarte completamente.

Al contraer y elevar el suelo pélvico, he aquí algunas cosas que debes y no debes hacer para hacerlo bien.

Hazlo:

– Asegúrate de levantar los músculos pélvicos hacia arriba y hacia dentro. Si colocas una mano plana bajo el perineo (el espacio entre la vagina y el ano), directamente sobre la piel o por encima de la ropa, debes sentir que el perineo se separa de la mano. Cuando te relajes, debes sentir que el perineo vuelve a apoyarse suavemente en la mano con la misma presión que sentías antes de empezar el ejercicio de Kegel.

– Relájate completamente al final del kegel

No lo hagas:

– No contraigas los músculos circundantes como los glúteos, los abdominales o los muslos

– No aprietes todo lo que puedas. Más no es necesariamente mejor.

– No hagas kegels mientras estés orinando o defecando, a menos que te lo prescriba específicamente un fisioterapeuta del suelo pélvico

¿Tienes problemas para dirigirte a los músculos correctos?

– La visualización puede ser útil. Imagina que coges un arándano con la vagina. Es extraño, lo sé, pero esto puede ayudarte a dirigir la acción de elevación del kegel, además de recordarte que debes elevarlo suavemente.

– Compruébate a ti misma. Siempre que te sientas cómoda, puedes comprobarte internamente mientras realizas un kegel. Simplemente introduce un dedo limpio en la vagina. Mientras realizas un kegel, confirma que sientes tanto una contracción como una elevación de los músculos alrededor del dedo y que la contracción se produce por igual en todo el contorno. ¿No te sientes cómoda introduciendo un dedo? ¡No pasa nada! Puedes seguir los mismos pasos sobre la ropa interior con la mano plana y los dedos en el perineo (el espacio entre la vagina y el ano). Deberías sentir que esta zona se aleja de tu mano/dedos al apretar y sentir que vuelve a caer en tu mano al relajarte. ¿Sigues sintiéndote incómoda? También puedes comprobarlo utilizando un espejo de mano sin ropa interior. En lugar de sentir, observarás en el espejo cómo el perineo se eleva hacia dentro al apretar y vuelve a la posición inicial al relajar.

– Programa una cita con un fisioterapeuta especializado en el suelo pélvico. Pueden realizar comprobaciones internas y externas para asegurarse de que realizas correctamente un kegel, así como prescribirte pautas específicas de ejercicios de kegel según sea necesario.

Casey Thomas-Hardesty, MS, NTP y Jenny LaCross, PT, DPT, PhD(c), WCS, ATC, CLT-LANA

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