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Consejos semanales

Técnicas de movilización de cicatrices

Si te han practicado una cesárea, una episiotomía o un desgarro vaginal durante el parto, el tejido cicatricial resultante puede resultar molesto al curarse. Al cicatrizar, la cicatriz puede formar adherencias (las capas de tejido se unen fuertemente entre sí) a los tejidos subyacentes, provocando dolor y molestias en el lugar. Con el tiempo, si la cicatriz se vuelve tensa y gruesa, puede hacer dolorosas las relaciones sexuales, la eliminación y la inserción de un tampón, una copa menstrual o un diafragma.

Una vez que tu cicatriz esté completamente curada (sin enrojecimiento, costras ni supuración) y se hayan retirado o disuelto los puntos, puedes utilizar esta sencilla técnica para ayudar a evitar que se desarrollen adherencias cicatriciales. El método utiliza el masaje para ayudar a que los tejidos situados debajo de la cicatriz no se adhieran entre sí y ayudará a que la piel mantenga su elasticidad e incluso puede mejorar el aspecto del tejido cicatricial.

  • Empieza masajeando suavemente a lo largo de la cicatriz con un movimiento ascendente y descendente de los dedos. Debes ejercer la misma presión que emplearías para comprobar la madurez de un tomate (no sólo deslizar por la piel, sino también presionar todo lo que puedas). Si la zona está sensible, puedes ejercer una ligera presión hasta que la cicatriz se vuelva más móvil o puedes empezar a masajear las zonas por encima y por debajo de la cicatriz. Puedes aplicar una pequeña cantidad de loción o aceite (la vitamina e funciona bien) sobre la piel para ayudar con el masaje.
  • Alterna el masaje hacia arriba y hacia abajo y hacia delante y hacia atrás a lo largo de la cicatriz. También puedes mover los dedos en sentido circular, tanto en el sentido de las agujas del reloj como en sentido contrario, a medida que avanzas por la cicatriz.
  • Cuando la cicatriz se vuelva más flexible por el masaje, levántala y enrolla la piel entre el pulgar y el índice. Esta técnica suele denominarse «enrollar la pastilla». Muévete a lo largo de la cicatriz mientras la arrancas y la enrollas. Es posible que notes zonas de la cicatriz más gruesas o que no se mueven tan bien; céntrate en esas zonas aumentando suavemente la distancia a la que separas el tejido cicatricial de los tejidos subyacentes mientras lo haces rodar suavemente entre los dedos.
  • Trabaja la cicatriz cada dos días durante varios minutos y, si la cicatriz está dolorida, evita masajearla hasta que deje de doler.
  • Ten paciencia, la cicatriz tarda un tiempo en responder a esta técnica y lo más eficaz es un enfoque suave y gradual.

Si experimentas síntomas continuos de disminución de la movilidad de la cicatriz, como dolor continuado en la cicatriz con el movimiento, molestias con las relaciones sexuales o con la inserción de tampones o diafragmas, pide a tu profesional sanitario que te derive a un fisioterapeuta especializado en salud femenina.

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